Pequeños grandes gazapos en Gladiator (I)
Por Unknown
17 abr 2014
20:07h
Me
llamo Máximo Décimo Meridio, Comandante de los ejércitos del
norte, General de las legiones Félix, leal servidor del verdadero
emperador Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una
mujer asesinada, y alcanzaré mi venganza en esta vida o la otra...
Este
pequeño discurso de Russell Crowe ha pasado a ser uno de los más
memorables del cine, y huelga decir que lo suelta en Gladiator. La
película de Ridley Scott ha pasado a la historia como una de las
mejores desde la existencia del séptimo arte. No obstante, está tan
plagada (o más) de gazapos y errores históricos como de buenos
momentos. Aquí van unos cuantos de ellos con el momento exacto
apuntado (de la versión extendida) por si queréis buscarlos. A ver
si sois capaces de volver a ver la película con los mismos ojos:
1º.
Flechas que se
anticipan a los arqueros
Empezamos
por el principio del todo. Nada más empezar la película vemos al
sutil jefe germano arrojar la cabeza del emisario, y se puede ver
perfectamente como el suelo está limpio. No obstante, unos segundos
más tarde, y aún un par de minutos antes de que empiece la
batalla... ¡Tachán! Todo el suelo lleno de flechas cuando los
arqueros aún no han disparado. Hay que añadir que después de que
los romanos los bañen a flechazos, los bárbaros cargan, y se ve la
línea de batalla desde este mismo ángulo, con las mismas flechas
que las que había antes de empezar (ni las clavadas en los árboles
las cambiaron).
2º. Soldados no tan enemigos
2º. Soldados no tan enemigos
Nada
más empezar la carga de los germanos, hay dos o tres soldados que se
los ve hablando tan tranquilos mientras que a su alrededor está todo
el mundo liándose a palos, especialmente el germano de la flecha
clavada en el escudo y el romano de su izquierda. Recomiendo verlo en
movimiento.
3º
La jaca rebelde
Tras
la batalla, cuando Marco Aurelio está hablando con Máximo, el
caballo del fondo se levanta e intenta irse, pero no puede porque se
ve que tiene la pata derecha atada con una cuerda para que no pueda
salirse del plano.
4º
Una herida incurable
Tras
ser herido en el combate Máximo se marcha a su hogar, y de allí es
recogido por los esclavistas. Es decir, hace un recorrido de Germania
a Hispania (a Trujillo en la versión original o Mérida en el
doblaje Español, eso es otro minifallo) para luego ir al norte de
África. Eso son meses de viaje, y aún así su herida no se cierra
lo más mínimo pero tampoco muere de una infección. Imposible
5º
Bares con dinero
En
el imperio Romano, los vasos de vidrio eran de un altísimo valor, y
sólo los había en la corte y casas de gente adinerada, mientras que
en la película se ve al senador Gayo bebiendo de uno de ellos en el
típico bar de la esquina
6º La moda de la época
6º La moda de la época
En
la escena en la que Máximo lanza la espada al público gritando “¿Os
habéis divertido?”, en el lado izquierdo del público veremos a
una romana que en lugar de llevar las ropas de la época va con una
blusa blanca, vaqueros y sandalias. Muy adelantada para la época,
creo yo
7º
El cámara oculto
La
escena de la recreación de la batalla de Cartago es la que tiene más
fallos con diferencia. Uno bastante curioso sucede cuando van a
cortar a la gladiadora en dos con el carro. Dentro de la cuádriga, a
la izquierda se puede ver a alguien arrodillado con unas botas y un
mono negro, así que parece ser un cámara o algo así
Continuaremos con una segunda parte. Pocos gazapos hemos puesto en esta primera parte!
Antonio Amador Mallado
0 comentarios :
Publicar un comentario