468x60 Ads

Pequeños grandes gazapos en Gladiator (I)

Me llamo Máximo Décimo Meridio, Comandante de los ejércitos del norte, General de las legiones Félix, leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada, y alcanzaré mi venganza en esta vida o la otra...

Este pequeño discurso de Russell Crowe ha pasado a ser uno de los más memorables del cine, y huelga decir que lo suelta en Gladiator. La película de Ridley Scott ha pasado a la historia como una de las mejores desde la existencia del séptimo arte. No obstante, está tan plagada (o más) de gazapos y errores históricos como de buenos momentos. Aquí van unos cuantos de ellos con el momento exacto apuntado (de la versión extendida) por si queréis buscarlos. A ver si sois capaces de volver a ver la película con los mismos ojos:

. Flechas que se anticipan a los arqueros
Empezamos por el principio del todo. Nada más empezar la película vemos al sutil jefe germano arrojar la cabeza del emisario, y se puede ver perfectamente como el suelo está limpio. No obstante, unos segundos más tarde, y aún un par de minutos antes de que empiece la batalla... ¡Tachán! Todo el suelo lleno de flechas cuando los arqueros aún no han disparado. Hay que añadir que después de que los romanos los bañen a flechazos, los bárbaros cargan, y se ve la línea de batalla desde este mismo ángulo, con las mismas flechas que las que había antes de empezar (ni las clavadas en los árboles las cambiaron).


2º. Soldados no tan enemigos
Nada más empezar la carga de los germanos, hay dos o tres soldados que se los ve hablando tan tranquilos mientras que a su alrededor está todo el mundo liándose a palos, especialmente el germano de la flecha clavada en el escudo y el romano de su izquierda. Recomiendo verlo en movimiento.



3º La jaca rebelde
Tras la batalla, cuando Marco Aurelio está hablando con Máximo, el caballo del fondo se levanta e intenta irse, pero no puede porque se ve que tiene la pata derecha atada con una cuerda para que no pueda salirse del plano.



4º Una herida incurable
Tras ser herido en el combate Máximo se marcha a su hogar, y de allí es recogido por los esclavistas. Es decir, hace un recorrido de Germania a Hispania (a Trujillo en la versión original o Mérida en el doblaje Español, eso es otro minifallo) para luego ir al norte de África. Eso son meses de viaje, y aún así su herida no se cierra lo más mínimo pero tampoco muere de una infección. Imposible



5º Bares con dinero
En el imperio Romano, los vasos de vidrio eran de un altísimo valor, y sólo los había en la corte y casas de gente adinerada, mientras que en la película se ve al senador Gayo bebiendo de uno de ellos en el típico bar de la esquina


6º La moda de la época
En la escena en la que Máximo lanza la espada al público gritando “¿Os habéis divertido?”, en el lado izquierdo del público veremos a una romana que en lugar de llevar las ropas de la época va con una blusa blanca, vaqueros y sandalias. Muy adelantada para la época, creo yo


7º El cámara oculto
La escena de la recreación de la batalla de Cartago es la que tiene más fallos con diferencia. Uno bastante curioso sucede cuando van a cortar a la gladiadora en dos con el carro. Dentro de la cuádriga, a la izquierda se puede ver a alguien arrodillado con unas botas y un mono negro, así que parece ser un cámara o algo así



Continuaremos con una segunda parte. Pocos gazapos hemos puesto en esta primera parte!

Antonio Amador Mallado

0 comentarios :

Publicar un comentario