No sé como habrás llegado a este artículo, desde qué página has sido redireccionado a La Perilla Verde, que sitios porno habrás visitado antes de decidirte por leer estas palabras, exhausto tras el ejercicio que le habrás dado a tu mano derecha. No sé con quién estás hablando por Facebook o por correo electrónico a escondidas de tu novia/novio mientras que nos prestas algo de atención, tampoco se el número de tu cuenta bancaria, que acabas de escribir para comprar en Amazon.

El caso es que alguien lo sabe. O puede averiguarlo fácilmente.

Y podría joderte si quisiera. Bastante.

Un ciudadano normal, como tu y yo, poco sabe de programación, de cortafuegos, de inputs, archies o php. Usamos la red día a día, de forma inocente, dejando a nuestro paso un rastro de información que vale oro para empresas y gobiernos, un rastro que nosotros difícilmente podemos ver o controlar, pero que supone el sueldo de muchas personas. Y la red es también la matriz donde hoy en día se sustentan la gran mayoría de las organizaciones y gobiernos, donde archivan sus secretos más oscuros, donde realizan operaciones de dudosa moralidad,

Internet nos expone de una forma que jamás habríamos imaginado años atrás, nos deja con el culo al aire frente a personas que saben utilizar toda esta amalgama de números y códigos.

Elliot Anderson es una de estas personas, un hacker informático que trabaja para una empresa de seguridad cibernética y en sus ratos libres hace de justiciero tras una pantalla. Ah, también sufre de problemas de sociabilidad.




Mr Robot conjuga a la perfección este mundo de hackers y deep web con los problemas derivados de la mente del protagonista, al más puro estilo Utopía (serie que deberíais empezar si es que aún no lo habéis hecho), creando una atmósfera única y seductora que hace de esta serie una historia adictiva, un auténtico jodementes que te tendrá enganchado a la pantalla. A mí incluso me hizo plantearme eso de ser hacker, aunque no pasé de un par de artículos que explicaban brevemente todo el mundillo.




La prueba del algodón puedes encontrarla en los primeros ocho minutos de la serie, que resumen mucho mejor que yo todo lo que te he contado. Y el algodón no engaña, bastan esos ocho minutos para engancharte a la trama, para darte cuenta como de jodido puedes estar si el chaval del que te reías en primaria ahora maneja estos temas y tú has estado haciendo cosas por Internet que no te gustaría que saliesen a la luz. Como ver vídeos de Álvaro Ojeda.

Además, la cruzada de Elliot contra la omnipotente Evil Corp con tintes de V de Vendetta nos hace creer en una suerte de justicia poética a través de lo digital, una guerra donde poco importan soldados y armas, donde un solo hombre puede tumbar a una gran corporación quemándose las retinas ante su ordenador. Y si no te emocionas con estas cosas, pues puedes poner a prueba tu cerebro con los giros de la trama, porque te aseguro la cabeza de Elliot da para película, y nada es lo que parece...






Os dejamos el trailer para que juzguéis vosotros