Tres años y medio. Es el tiempo que de vida del que gozó (y sobretodo gozamos) el primer canal español en abierto dedicado en exclusiva al séptimo arte. Qué placer era aquello de llegar a casa y poner la La Sexta3 con el único propósito de empaparte de cualquier película clásica que estuvieran echando. Quién nos iba a decir hoy en día que ver un canal de televisión iba a ser cultura. Pero eso de culturalizarnos viendo la caja tonta resulta incoherente, ¿verdad? Al menos eso piensa nuestro queridísimo gobierno, que vela por el bien de nuestra intelectualidad.



En noviembre del pasado año el Tribunal Supremo declaró ilegales las concesiones de nuevos canales de TDT que se hicieron a dedo por parte del gobierno de 2010. Dichas concesiones no fueron subastadas a concurso público y Atresmedia y Mediaset se beneficiaron de dicho trato de favor. El Gobierno como función constitucional, debe proporcionar cultura a la población, aunque... eso solo lo dice un papel.

La Sexta3 tenía una cuota media de pantalla del 1.9% y llegó a su record cuando los índices de audiencia alcanzaron un 6’1% con la visualización de ‘El bueno, el feo y el malo’, casi un millón de personas invitadas a una noche de cine que iba a ser histórica. Ese día también se convirtió en el día en que la cadena tuvo su mejor índice de audiencia de su corta existencia, un 2’7% al final de la jornada.

La pasada noche del 5 de mayo La Sexta3 (Todo Cine) echaba el cierre de la única manera que sabía hacer: Homenajeando al cine. Fue la fabulosa Cinema Paradiso, considerada una de las mejores películas clásicas de la historia, el último largometraje que la cadena tuvo el honor de reproducir.





Fco. Javier Fernández-Santos